El Efecto de la Prolactina Materna en la Inmunidad Pasiva y la Respuesta a la Primovacunación
contra Parvovirus Canino en perros
Revisión bibliográfica MVZ AUVRIGNY GARCÍA VALADEZ
Cuando un mamífero nace, al salir del útero (un medio estéril) hacia un ambiente en el que se expone de inmediato a una gran cantidad de microorganismos, para sobrevivir debe ser capaz de controlar la invasión microbiana en muy poco tiempo. En la práctica médica cotidiana, el sistema inmune necesita de tiempo para hacerse totalmente funcional. A pesar de que en animales con gestación larga, como los perros, el sistema de defensa ya alcanzó su desarrollo completo al momento del nacimiento, no es posible esperar que éste funcione con igual eficacia que el de un adulto, por lo menos durante las primeras semanas de vida; no obstante, el desarrollo completo de las defensas depende del estímulo antigénico, ya que para la formación de estas células se requiere de su multiplicación inducida por antígenos. Así pues, los neonatos (recién nacidos) que son vulnerables necesitan ayuda para defenderse y esta contribución la brinda la madre en forma de anticuerpos por medio de la leche, resultando así la transferencia pasiva de inmunidad de la madre al neonato, esencial para la salud y supervivencia de este último.
La transmisión de anticuerpos por vía placentaria, es decir, cuando el cachorro se encuentra en el útero de la madre, es muy baja; por ejemplo: el cachorro al nacer sólo cuenta con el 5 ó 10% del total de anticuerpos (defensas) que le puede transferir la madre, por lo tanto, el 90 ó 95% restante lo obtendrá por vía oral mediante el calostro.
Los mamíferos domésticos difieren en la selectividad del paso de sustancias a través del intestino, este periodo varía entre las especies, sin embargo, en general la permeabilidad máxima es recién ocurrido el parto, hasta aproximadamente 8 horas después, la absorción ocurre principalmente en la porción intestinal denominada yeyuno y en menor cantidad en el duodeno e íleon. La absorción disminuye considerablemente a las 36 horas después de nacido, empero, no se puede decir que se termine totalmente; no obstante, la concentración de proteínas mengua de 18.8% a 7.1% durante las primeras 24 horas de vida, tal vez porque las células intestinales que absorben los anticuerpos son sustituidas por una población celular más madura.
Las concentración de gammaglobulinas (anticuerpos) en el suero del neonato está directamente correlacionado con la salud o la enfermedad, los animales recién nacidos que tienen niveles elevados de anticuerpos en sangre permanecen sanos, mientras que los poseedores de rangos moderados llegan a presentar diarreas o alguna otra enfermedad y los animales con grados bajos o que carecen de defensas enferman y mueren por infecciones septicémicas. Por tal motivo es imprescindible que reciban una lactación durante las primeras 36 horas de vida.
La prolactina (PRL) es una hormona descubierta hace más de 70 años, secretada por las células lactótropas en la parte lateral de la adenohipófisis, químicamente es un polipéptido de cadena simple de 198 aminoácidos (proteínas).
La secreción de PRL está bajo el control de la dopamina, hormona liberadora de prolactina (PIH). Las concentraciones sanguíneas de prolactina fluctúan, con casi seis pulsos por día. Sin embargo, los receptores de la prolactina están presentes en la membrana plasmática de células mamarias, hepáticas, renales, de corteza suprarrenal, corazón y cerebro. Se elimina de plasma principalmente por vía hepática y en menor proporción por el sendero renal.
En todos los animales las concentraciones sanguíneas altas de esta hormona se relacionan con la lactación y el amamantamiento. Aunque el ejercicio, estrés, sueño y ayuno, provocan cambios fisiológicos en la producción de esta hormona. La PRL interviene en muchas funciones fisiológicas. Dentro de estas funciones se encuentran la regulación del desarrollo de las glándulas mamarias, iniciación y mantenimiento de la lactación, estimulan al sistema de defensas del organismo (inmunomodulación) y modificaciones generales de la conducta.
Se ha observado que regula el crecimiento de glándulas secretoras, incluyendo ovarios, próstata, glándula submaxilar, lagrimal, páncreas e hígado; se sabe que participa en muchas más funciones y hasta el presente no se ha podido descubrir el espectro completo de sus funciones en los mamíferos, pese a ello, se conocen más de 300 efectos.
La presentación de algunas enfermedades como: Lupus Eritematoso ocurre más frecuentemente en hembras que en machos a razón de 9:1, se relaciona con la concentración hormonal (PRL y estrógenos), se ha observado un aumento en la concentración de PRL en pacientes con artritis reumatoide y rechazo de trasplantes; la relación de estas hormonas desempeña un papel importante en el desarrollo de dichas enfermedades.
En modelos animales, las hemorragias por traumas están relacionadas con la depresión del sistema de defensas, incrementando así las enfermedades y mortalidad. Bajo esta condición, la PRL y los estrógenos protegen y elevan la supervivencia de los animales al reducir los niveles en sangre de elementos como los corticosteroides, los cuales dentro de sus efectos está el de disminuir las defensas del organismo. Estos estudios muestran que mejoran respuesta inmune bajo condiciones de estrés severo.
Se sabe que la prolactina se une a proteínas en sangre y esta unión podría representar un mecanismo mediante el cual, la hormona ejercería su función inmunomoduladora. Se ha demostrado que la PRL unida a la inmunoglobulina G (IgG) en el suero humano, no es un complejo convencional entre el anticuerpo anti-PRL y la PRL , sino un tipo de asociación diferente entre la PRL y la IgG. El complejo formado por la IgG y la PRL en el suero humano actúa como un coestimulador, que causa la proliferación de una línea maligna de células de linfocitos B y células T malignas. Además, esta unión ayuda a la hormona a llegar a compartimientos donde normalmente no se encuentra y aumenta la vida media de la misma.
Desde la aparición del parvovirus canino (PVC) en 1978, la enteritis viral se ha reconocido en todo el mundo como una de las cusas más importantes de vómito y diarrea en perros, sobre todo en lo menores de un año. Los parvovirus son organismos de estructura sencilla, pequeños, formados por un genoma de DNA, que tienen afinidad por las células de rápida división, tales como las del intestino, médula ósea y tejidos linfoides, causando muerte de las criptas intestinales, diarrea intensa, leucopenia y depresión linfoide. La mayoría de los detergentes y los desinfectantes no los inactivan, aunque el cloro y el Quatricide PV son desinfectantes efectivos y baratos.
En México se empezó a observar, desde el mes de junio de 1980, tanto en el Distrito Federal como en otras ciudades de diferentes estados, el brote de una enfermedad hemorrágica aguda, altamente contagiosa en cánidos, con manifestaciones gastroentéricas que se caracterizaba clínicamente por anorexia y depresión, seguidos de vómito y diarrea con frecuencia sanguinolenta, asociada a leucopenia y fiebre.
A partir de esa fecha, múltiples brotes de gastroenteritis y miocarditis por PVC en cánidos se han presentado en diferentes países: Gran Bretaña, Suiza, Alemania y Holanda, alcanzando posteriormente una distribución mundial.
Hay dos variedades del PVC identificados, los cuales están íntimamente relacionados con el virus de la panleucopenia felina (FLPV); por tal motivo se acepta la hipótesis de que el PVC es una mutación natural genética del FLPV. Hay diferentes variantes antigénicas del PVC, los tipos 2a (PVC 2a), el 2b (PVC 2b) y más recientemente se ha logrado aislar uno nuevo, el PVC 2c; el primer ejemplar fue aislado en 1979 mientras que el segundo en 1984.
La transmisión es por vía fecal-oral durante la enfermedad aguda, y cerca de 1 ó 2 semanas después, cantidades masivas de PVC (cerca de 1 billón de virus por gramo de evacuación) se eliminan en las heces de perros infectados. Los signos clínicos de enfermedad entérica por lo general ocurren cinco días después de la exposición, lo cual coincide con las zonas de rápida multiplicación celular de las criptas intestinales, favoreciendo así la infección y propagación.
La ruta de entrada y sitio de replicación viral es en las células nasales, orales y faríngeas, incluyendo tonsilas y otros tejidos linfoides, en la oral el virus llega sistémicamente provocando una viremia y se encuentra entre el día 1-3 en tonsilas, linfonodos retrofaringeos y mesentéricos, por tal motivo, después de la viremia ocurre la replicación en las criptas intestinales.
La edad determina, en apariencia, si la infección por PVC causa miocarditis o enteritis. La replicación del músculo cardiaco es lo bastante rápido para apoyar la del PVC hasta las dos semanas de edad. Aunque la miocarditis por PVC 2 aparece en la clínica a las 6-8 semanas de edad, es resultado de la infección que se inició varias semanas antes.
Los cachorros con miocarditis, con frecuencia se encuentran muertos o sucumben después de un periodo corto de disnea, gemidos y arqueo. La mortalidad es más del 50%, los cachorros que sobreviven se ven normales en la clínica, pero presentan cambios en el electrocardiograma (ECG) y los cambios histológicos indican miocarditis; desarrollan signos de insuficiencia cardiaca congestiva años después, como consecuencia de una de fibrosis miocárdica secundaria.
Presentación intestinal de parvovirus canino
Después de la ingestión el virus se replica en tejidos linfoides de orofaringe, linfonodos mesentéricos y timo, pasando por sangre y pudiendo detectarse viremia plasmática el primero o segundo día post-inoculación, sin embargo, la forma secundaria se presenta al 3-4 día.
Las lesiones histológicas van paralelas a la replicación del virus en el segundo día, después de la replicación del virus se observa muerte de los centros germinales de tonsilas y linfonodos retrofaringeos y mesentéricos, la infección intestinal se observa hasta el cuarto día postinfección, la excreción activa de PVC por lo general empieza al tercer día después de la exposición nasal, antes de que se inicien los signos clínicos.
El diagnóstico clínico de enteritis por PVC se puede confundir por su presentación con salmonelosis, o la forma entérica del moquillo, por tal motivo es imprescindible realizar un diagnóstico específico mediante pruebas de laboratorio, poniendo en evidencia la presencia del virus. Los métodos para detectar PVC 2 incluyen microscopia electrónica siendo este el más efectivo, aunque difícil de realizar y costoso, hemaglutinación viral, aislamiento viral, aglutinación con látex y pruebas de ELISA, inhibición de la hemaglutinación, hemólisis radial, neutralización viral, anticuerpos inmunoflorescentes y radioinmunoensayo.
El tratamiento de PVC es de sostén y no específico, se recomienda la guía general para gastroenteritis aguda no específica. Lo principal es apoyar al tracto gastrointestinal, restaurar y mantener el equilibrio hidroelectrolítico. El uso de antibióticos orales está contraindicado, ya que alteran la flora intestinal a favor de patógenos entéricos, por tal motivo los antibióticos parenterales tienen mejor resultado, disminuyendo los riesgos de contraer neumonía secundaria e infección bacteriana generalizada.
DISCUSIÓN La inmunidad en los neonatos es un tema de interés clínico, ya que el uso de medidas de profilaxis como las vacunas se ha convertido en una herramienta indefectible, mas el momento de aplicación deberá estar bien pensado, por la madurez inmunológica del cachorro, así como por la cantidad de anticuerpos maternos existentes. Es importante la presencia de elementos naturales que nos ayuden a estimular y madurar el sistema inmunitario, obteniendo así una respuesta mayor en la vacunación de nuestros cachorros.
Los resultados reportados en la literatura muestran claramente que en el plasma existen proteínas que circulan unidas a prolactina, y que estas proteínas tienen un peso igual al de las inmunoglobulinas en especial IgG, y se ha demostrado la presencia de PRL glicosilada en liquido amniótico, la cual se encuentra unida a la inmunoglobulina, y es muy posible la unión de PRL a IgA en suero, abriendo aún más la puerta a los diferentes efectos que pueda tener esta hormona a nivel inmunológico.
El hallazgo que la PRL pueda circular en el suero humano en forma de un complejo unido a la IgG podría ser un motivo para considerar la posibilidad de que este complejo tenga quizás una función inmunomoduladora muy importante. Las funciones potenciales del complejo son numerosas; así, las inmunoglobulinas pueden evitar que la PRL sea eliminada de la circulación, lo cual prolongaría su vida media y permitiría llegar a la PRL a compartimientos donde normalmente no se encuentra, sirviendo como transportadoras, modificando sus funciones y dando lugar a otros múltiples efectos.
A pesar de que se sabe que la PRL no es indispensable para el sistema inmunitario, ya que en ausencia de ésta el sistema responde de manera normal, se ha demostrado que en presencia de ésta -ya sea en cantidades normales o aumentadas- estimula la respuesta inmunitaria y algunos tipos celulares maduran y proliferan más rápidamente.
El parvovirus, desde su aparición en México en 1980, se ha convertido en una de las enfermedades que más aquejan a los neonatos; debido a esta trascendencia, los estudios actuales conllevan el buscar elementos que nos puedan mejorar la respuesta inmunitaria y así lograr la supervivencia del cachorro, ya que no sólo con la aplicación de vacunas se logra este objetivo. La presencia de PRL madura y mejora las líneas celulares que participan en la respuesta inmunitaria contra el PVC, por lo que durante esta etapa es fundamental obtener valores altos de anticuerpos vacunales en los cachorros, para lograr una inmunidad adecuada, así como la sobrevivencia del neonato. La presencia de esta hormona ha demostrado tener efectos celulares, es por eso que se hace imprescindible que los cachorros cuenten con niveles séricos altos de PRL, con el propósito de buscar en forma natural un mejor resultado en la madurez del sistema inmune del neonato, y de esta manera tener éxito en la primovacunación del cachorro, la cual sabemos traerá un mayor éxito en la salud y supervivencia futura del animal.
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