MISCELÁNEA CANINA
PPS JULIO 2009
Por: Lourdes Durán de Arroyuelo
Criadora de Golden Retriever
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Es desconocido por muchas personas que los perros también padecen enfermedades cardiacas y que algunas razas son más proclives que otras a estos padecimientos. Algunas de estas enfermedades son hereditarias y otras adquiridas, por lo que es conveniente solicitarle al médico Veterinario que cheque el corazón de nuestra mascota para estar seguros de su salud y en caso de que tuviera algún padecimiento cardiaco, comenzar de inmediato con el tratamiento adecuado.

Este tema es algo complejo de entender, por lo que solicité al colaborador de esta Miscelánea tratara de exponernos de forma lo más clara posible cuáles de esos padecimientos son los más comunes, los hereditarios y los adquiridos, así como las causas que los puedan provocar. Comenzaremos con la anatomía del corazón para entender más fácilmente este artículo.

El MVZ Luis Martín Quiñones, quien tiene a su cargo el desarrollo de este tema, es egresado de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, con diplomado en Pequeñas Especies y diversos estudios en Cardiología. Ejerce su profesión desde hace 18 años y atiende en su consultorio de Río Nazas # 179, en la colonia Cuauhtémoc de la ciudad de México. Podrán contactarlo en los teléfonos y de lunes a sábado. Para emergencias lo pueden localizar en su celular: 808. También pueden escribirle a su correo electrónico:

Anatomía del corazón

El corazón es un órgano muscular que se encuentra localizado en la cavidad torácica, su función es actuar como una bomba, impulsando la sangre a través de los vasos sanguíneos a todo el cuerpo, por medio de dos movimientos: sístole (contracción) y diástole (relajación). Se divide en 4 cavidades, dos en la parte superior llamadas atrios y dos en la parte inferior llamadas ventrículos, mismas que se encuentran divididas en lado derecho e izquierdo por un septo o tabique y según su localización se denomina septo atrial o septo ventricular. Los atrios y los ventrículos se encuentran divididos por válvulas, la válvula izquierda se denomina mitral y la válvula derecha tricúspide; los ventrículos presentan otra válvula que los separa de las arterias de salida, la válvula derecha del ventrículo se denomina válvula pulmonar y la izquierda se denomina válvula aórtica, su función es separar una cavidad de otra y evitar el reflujo de sangre.

La vena cava craneal y la vena cava caudal se unen al atrio derecho, cuya función es transportar la sangre poco oxigenada del cuerpo al corazón, de ahí la sangre pasa al ventrículo derecho, donde se encuentra unido con la arteria pulmonar que manda la sangre a los pulmones para oxigenarla; una vez oxigenada la sangre regresa al corazón por medio de las cuatro venas pulmonares al atrio izquierdo y de ahí pasa al ventrículo izquierdo, que se une con la arteria aorta para distribuir la sangre oxigenada por todo el cuerpo.

1. Atrio derecho
2. Atrio izquierdo
3. Vena cava craneal
4. Aorta
5. Arteria pulmonar
6. Vena pulmonar
7. Válvula mitral
8. Válvula aórtica
9. Ventrículo izquierdo
10. Ventrículo derecho
11. Vena cava caudal
12. Válvula tricúspide
13. Válvula pulmonar

ENFERMEDADES CARDIACAS MÁS COMUNES EN PERROS

Si usted ha llevado a su perro con el veterinario, le ha encontrado un soplo y le haya dicho que posiblemente tenga una enfermedad cardiaca, quizás esté sorprendido y preocupado ante tal diagnóstico. Lamentablemente es más común de lo que pensamos.

La buena noticia es que la gran mayoría de estas enfermedades son tratables medicamente, con buenas expectativas de vida para nuestros pacientes caninos.

¿Pero qué es una enfermedad cardiaca? Es aquella que se produce por una falla en la estructura y funcionamiento del corazón y puede ser congénita o adquirida. Generalmente al examen físico se detecta un soplo, que es el sonido que se produce al paso de la sangre por un defecto estructural, ya sea congénito o adquirido, de las cámaras cardiacas. Aunque es importante recalcar, que no todas las enfermedades cardiacas generan soplos.

La congénita es aquella malformación que se produce durante el período embrionario (gestación) y que se va a presentar a partir del nacimiento; generalmente se detecta en los primeros días de vida o durante los primeros tres meses. Se presenta en aproximadamente el 1% de la población canina, pero su diagnóstico es fundamental ya que por un lado debemos informar al propietario sobre la enfermedad con el mayor detalle posible y por otro lado, comenzar con el tratamiento en el menor plazo que podamos.

Las adquiridas pueden ser degenerativas o neoplásicas y se presentan en adultos mayores de 6 años, aunque de vez en cuando pueden aparecer en animales más jóvenes.

Es importante mencionar que las enfermedades congénitas pueden pasar desapercibidas o no ser diagnosticadas, pero pueden ser descubiertas cuando nuestros perros se convierten en adultos mayores.

Otras enfermedades son los trastornos del ritmo cardiaco, que generalmente se dan como consecuencia de otra enfermedad cardiaca, o aparecen en edades muy avanzadas.

Algunas enfermedades pueden tener un factor genético bien establecido, de ahí que en cada enfermedad congénita se mencionan las razas más predispuestas a ésta.

Cuando el corazón falla, ya sea por un problema estructural, adquirido o debido a trastornos del ritmo cardiaco, decimos que nuestro paciente ha desarrollado insuficiencia cardiaca, es decir, un corazón que es incapaz de satisfacer la demanda de oxígeno y nutrientes transportados por la sangre dentro de las arterias, hacia todo el cuerpo.

¿Qué señales podemos observar en nuestro cachorro, que nos puedan indicar si algo anda mal? Algunos de los signos más evidentes pueden ser: letargo, intolerancia al ejercicio, tos, abdomen aumentado de tamaño, retraso en el crecimiento, adelgazamiento extremo (caquexia cardiaca), síncope (desmayo), mucosas cianóticas (azuladas) y dificultad para respirar.

Enfermedades cardiacas congénitas (hereditarias):

 Persistencia del conducto arterioso .- Es el defecto cardiaco más común, se presenta cuando el vaso fetal normal, que desvía la sangre de los pulmones fetales no funcionales a la aorta, no se cierra durante los primeros dos a tres días de vida. Esto va a producir la mezcla de sangre no oxigenada con la que sí lo está, por lo que observaremos letargo y retraso en el crecimiento. Debido al paso de la sangre por este conducto, en el examen de rutina escucharemos un soplo que llamamos de maquinaria.

Este defecto es altamente heredable en la raza Poodle, donde se presenta con más frecuencia, aunque también se puede ver en otras razas como el Maltés, Pomerania, Pastor de Shetland, Springer Spaniel, Bichón Frisé, Chihuahueño, Collie, Cocker Spaniel y Pastor Alemán. El tratamiento definitivo es quirúrgico y entre más joven sea el perro mejor es el pronóstico, pero se puede dar tratamiento paliativo con medicamentos.

Estenosis pulmonar .- Es el segundo defecto cardiaco congénito más común y se localiza justamente en la válvula pulmonar. El término estenosis significa reducción de tamaño. De tal manera que imaginemos que la sangre trata de salir por esa válvula, pero al estar disminuida en su amplitud se necesita más fuerza del tejido cardiaco para expulsar la sangre, que en este caso debe ir al pulmón para oxigenarse. Esto tendrá como consecuencia que el miocardio crezca como compensación, tal cual lo hace cualquier músculo, aumentando de tamaño, pero haciéndose cada día menos funcional. La mayoría de los perros son asintomáticos (no presentan síntomas), pero cuando es diagnosticado, los signos más comunes son los desmayos súbitos.

Se presenta con mayor frecuencia en las razas Bulldog Inglés, Fox Terrier, Samoyedo, Schnauzer Miniatura, Pastor Alemán, Cocker Spaniel y Beagle. La mayoría responde bien al tratamiento médico, aunque en casos realmente severos se puede recurrir a la cirugía.

Estenosis aórtica.- Este es el tercer defecto cardiaco más común en perros. Al igual que la estonosis pulmonar, la válvula aórtica se obstruye parcialmente, justo a la salida del corazón. Se pueden observar signos como intolerancia al ejercicio, tos, dificultad respiratoria y pérdida de la conciencia. En algunos animales puede ocurrir la muerte súbita, sin evidencia previa de la enfermedad. Es común en las razas como el Bóxer, Pastor Alemán y Golden Retriever. El tratamiento médico puede ser exitoso, aunque cuando la corrección quirúrgica está indicada, debe realizarse antes de los seis meses de edad, para evitar daño al miocardio. Algunas arritmias se pueden desarrollar a partir de esta enfermedad, por lo que es fundamental realizar electrocardiogramas de control cuando sólo se lleva tratamiento médico.

Persistencia del cuarto arco aórtico .- Es un padecimiento en el que las estructuras vasculares del corazón producen una opresión en el esófago, justo donde éste tiene su paso cerca del corazón. Esto va a traer como consecuencia que observemos cachorros que constantemente regresan el alimento al poco tiempo de ser ingerido, lo que se conoce como regurgitación. Y esta regurgitación puede causar una neumonía por aspiración, de tal manera que podemos observar signos respiratorios. El tratamiento es exclusivamente quirúrgico. Razas predispuestas a esta enfermedad son: Setter Irlandés y Pastor Alemán, las cuales han demostrado una base hereditaria.

Otros defectos congénitos son la comunicación interventricular, comunicación interatrial, tetralogía de Fallot, displasia de la válvula tricúspide, malformación de la válvula mitral y fibroelastosis endocárdica.

 Enfermedades cardiacas adquiridas:

 Insuficiencia de la válvula mitral .- Puede darse como consecuencia de una enfermedad degenerativa que se conoce como endocardiosis mitral, que es la más común en nuestros pacientes caninos. También la puede producir una endocarditis bacteriana, pero es poco común en perros.

La válvula mitral que se localiza en el lado izquierdo del corazón, lleva la sangre de la aurícula izquierda al ventrículo izquierdo y a partir de éste la sangre oxigenada es llevada a todo el organismo, de tal manera que al fallar esta válvula la sangre se va regresando y estancándose en el pulmón. Es una enfermedad de presentación frecuente entre pacientes geriátricos (perros viejitos), que si es detectada a tiempo puede ser controlada para que nuestro perro consiga llevar una buena calidad de vida. Se presenta en cualquier raza, aunque es más común en animales de talla pequeña, menores de 20 kilogramos de peso y una prevalencia mayor en machos. Signos como tos nocturna crónica, dificultad respiratoria y debilidad, deben de ser considerados para acudir con el cardiólogo veterinario.

Insuficiencia de la válvula tricúspide .- Esta insuficiencia de mayor incidencia es producida por la degeneración valvular o endocardiosis tricúspide. Es muy raro que se presente de manera aislada, generalmente aparece junto con la insuficiencia de la válvula mitral. Algunos signos que se pueden observar son: abdomen aumentado de tamaño por retención de líquidos (ascitis). El tratamiento médico oportuno puede controlar la enfermedad.

Cardiomiopatía dilatada .- Se trata de una enfermedad del músculo cardiaco caracterizada por el agrandamiento de las cámaras cardiacas y disfunción contráctil. La causa permanece desconocida, aunque existe la posibilidad de que sea causada por factores nutricionales, como la deficiencia de carnitina, agentes virales o hipotiroidismo. Se especula una predisposición familiar en algunas razas de caninos como el Doberman y el Bóxer. En razas pequeñas se puede observar en el Cocker Spaniel. El músculo cardiaco va perdiendo contractilidad, haciéndose cada vez menos eficiente, lo que puede provocar la aparición de arritmias, así como la dilatación de las cámaras cardiacas, reflujo sanguíneo e insuficiencia cardiaca. Algunos signos presentes son edema pulmonar (líquido en pulmón), debilidad, letargo, somnolencia y caquexia cardiaca (adelgazamiento). En los Dóberman existe una forma más grave de esta enfermedad con signos de edema pulmonar y choque cardiogénico fatal. En los Bóxer muchas veces se caracteriza por la presencia de arritmias y síncope, pero en algunas ocasiones se presenta asintomático.

CONCLUSIONES

No obstante que podríamos mencionar muchas enfermedades de origen cardiogénico, las descritas son las más frecuentes. Quizás lo más importante de todo esto es considerar los signos que puede presentar nuestro perro y acudir con el veterinario de nuestra confianza, pero según sea el caso de la enfermedad cardiaca, acudir de inmediato con un especialista en cardiología, quien está obligado a realizar lo fundamental: un buen examen físico.

Otro factor imprescindible a considerar es que están disponibles medios de diagnóstico específicos, como es la radiografía de tórax, el ecocardiograma, electrocardiografía, monitor holter y medición de proteínas cardiacas. Actualmente existen en el mercado medicamentos elaborados específicamente para perros, destinados a tratar la insuficiencia cardiaca y que con un diagnóstico bueno y oportuno, se pueda sacar adelante a la gran mayoría de pacientes cardiópatas que acuden a consulta.

MVZ LUIS MARTÍN QUIÑONES

Hasta la próxima