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ALGUNAS CONSIDERACIONES EN LA CRIANZA DEL CHIHUAHUEÑO Para establecer una raza, el cruzamiento consanguíneo, así como el cruzamiento en línea, deben ser establecidos. De esta manera es como se fijan y/o desarrollan determinadas características. Los Chihuahueños son una raza donde el pool genético es realmente amplio y abierto. Es por eso que podemos encontrar muchos Chihuahueños que no se parecen en nada, salvo el hecho que son de la misma raza. Aún cuando el estándar racial puede parecer un tanto específico, si deja espacio a la interpretación. Los Chihuahueños, al contrario de otras razas, no tienen un tipo, tamaño o temperamento universal. Un objetivo para la mayoría de los criadores es establecer una línea consistente. Esto es, producir generaciones de perros que tengan determinadas características que el criador pueda reconocer, con sólo ver al perro. Existe una herramienta para medir qué tanto porcentaje de cruzamiento consanguíneo tiene un perro, llamado el Coeficiente de Consanguinidad (CC). Este porcentaje está basado en el hecho que un perro hereda exactamente el 50% de sus genes de cada padre. Los hermanos de camada producirán un perro con un CC de 50%. Aún cuando hay varias opiniones en cuanto al porcentaje ideal de CC; el consenso popular dice que debe ser un rango que vaya del 15 al 20% para los Chihuahueños. Normalmente, esto sería el resultado de generaciones donde se ocupara el cruzamiento en línea, en vez de la consanguinidad inmediata. Comúnmente hay preguntas en relación al término cruza consanguínea, o inbreeding. Lo más importante a considerar aquí, es que el sujeto al que nos referimos, es un perro cuyas cruzas sean seleccionadas en base a la experiencia y en base a decisiones bien pensadas. Cuando un criador busca producir determinadas cualidades en su línea de sangre, deberá buscar los genes involucrados en éstas características, tanto en el perro, como en los padres del perro. Al tratar de mejorar su línea, tratará de buscar perros que tengan buenas cualidades para cruzar con las buenas cualidades que ya tiene en su línea. El cruzar a su perro con un pariente, cerrará con candado dichas cualidades. Lo mismo ocurre con los puntos negativos de su línea de sangre. Por tal razón, deberá ser cuidadoso, honesto y objetivo en cuanto a las características que su perro ofrece. A esto se refiere el cruzamiento en línea. Normalmente no se hacen cruzas entre hermanos de camadas, o padres con hijos. Las características genéticas frecuentemente saltan determinadas generaciones, o aparecen de forma distinta, razón por la cual es más seguro recurrir a los abuelos, tíos o tías. Cuando un criador siente la necesidad de añadir determinadas cualidades a su línea de sangre, normalmente buscarán algún perro que no esté relacionado con sus perros. Esto se conoce como Cruzamiento abierto. Esto puede ser riesgoso ya que los genes del perro de afuera son un factor desconocido para el criador. Uno puede tener dos perros casi idénticos de diferentes líneas, que produzcan hijos diametralmente distintos en virtud de los genes que traen. No hay que olvidar que la herencia genética es normalmente de un 50/50 así que los resultados de un cruzamiento abierto no pueden predecirse de manera confiable sin un conocimiento profundo de ambas líneas de sangre aspa como los factores genéticos hereditarios. Los Chihuahueños no son perros grandes. En virtud de ser la raza más pequeña de perros, ellos tienen camadas chicas. Aún cuando los cachorritos recién nacidos son pequeñísimos, relativamente son bastante grandes. Un bebé humano recién nacido de 3 kilos es en promedio el 5% del peso de su madre. ¡Una camada de cachorritos de Chihuahueño recién nacidos son aproximadamente del 20 al 25% del peso de su madre!!!!! No sólo eso, sino que comparado con otras razas de mayor tamaño, los cachorros son menos y mucho más grandes en comparación con el tamaño de los padres de los Chihuahueños. La camada promedio está conformada por 3 cachorros. Aún así es común encontrar camadas de 1 y 2 cachorros. Las razas de perros de compañía son muy similares en cuanto a esto y requieren por ende una mayor atención y tiempo del que la mayoría de las camadas de otras razas. Frecuentemente, los embarazos de perras de compañía terminan en cesáreas; especialmente tratándose de cachorros únicos. Es mucho más seguro cruzar una perra de 2 kilos que una de menor peso. Los cachorros en una perra de menor tamaño, pueden comprometer la salud de la madre. El que las perras puedan parir solas es un factor hereditario, y es sumamente importante. También es importante aclarar que no por el simple hecho que una perra sea pequeña la excluye de la posibilidad de parir sola. El tamaño simplemente incrementa el riesgo de una cesárea. Tampoco el hecho que una perra sea grande la excluye de la posibilidad de una cesárea. Existen muchas otras complicaciones que se pueden presentar y a veces lo hacen- que sería imposible entrar en el detalle de las mismas para efectos del presente trabajo. Cuando una perra va a ser cruzada, es mejor que el Veterinario le haya practicado previamente exámenes de sangre y de salud, para asegurarse que su salud no se compromete por motivos de la crianza. Es importante contar con los exámenes tanto de la hembra como del macho, para asegurar que ambos están libres de la enfermedad denominada brucelosis, que afecta a los machos como portadores sanos, y que infecta a las perras causando abortos en las mismas. En cuanto a la selección del macho adecuado para la perra, si el dueño de la perra fuese un novato en la crianza; un criador responsable sería probablemente la persona indicada para evaluar si la hembra pudiera cruzarse o no, y para el caso que pudiera cruzarse, con qué macho es más conveniente que se cruce. Como podrán darse cuenta, las responsabilidades de la crianza van mucho más allá que solamente poner a dos perros lindos para que se crucen. Antes de realizar la cruza, deberá asegurarse la salud tanto de la madre como de los cachorros que estarían por nacer. Una crianza adecuada requiere de mucho estudio y algo de ciencia. Existen lineamientos de moralidad y comportamiento ético que debe uno guardar para no ser un vende perros común. Sencillamente, debemos siempre tener como prioridad máxima la salud y la calidad de los animales, asegurando que en cada cruza se ha cuidado el mejoramiento de la raza Chihuahueño apegándose al estándar de perfección racial, sino con una mejora consistente de cada generación, en vez de realizar cruzas indiscriminadas de los animales solamente por razones de dinero. Muchos criadores no exactamente animan a otros a convertirse en criadores por una variedad de razones. La más importante es que toma MUCHÍSIMO TIEMPO (hay que considerar un cuidado de 24 horas a los cachorritos recién nacidos), un compromiso sólido, un gran corazón y algo de dinero para proveer de al menos la mejor alimentación y los mejores servicios médicos a la mamá y a los bebés. También debemos considerar antes de cruzar a la perra, cuál será el posible destino de esos cachorros, asegurarse que su nueva familia los vaya a atender y a recibir al menos como recibirían a un nuevo integrante humano de la familia, y que nuestro cachorro no va a terminar viviendo en una azotea. Que mientras los cachorros estén con nosotros, deberemos proporcionarles atención médica, vacunas, registro, etc., lo cual implican varios gastos. Si estás interesado en criar Chihuahueños, consulta con un criador responsable a quien le tengas confianza para que éste funja como tu maestro. |