POLÉMICA DEL TAMAÑO EN EL YORKSHIRE TERRIER

Por: Jesús Montero
Criador con el Afijo Coramonte. Juez Internacional Especialista en la raza y Presidente del Club Español del Yorkshire Terrier

En algunas razas como caniches, teckels, etc., pueden diferenciarse los tamaños (gigante, enano, miniatura, estándar, etc.), pero esta división NO EXISTE en el Yorkshire Terrier. En esas razas, a cada tamaño le corresponden unas medidas de peso y alzada, existiendo en algunos casos un margen muy amplio entre el peso y alzada entre la talla mínima y la máxima, cosa que no puede ocurrir en el Yorkshire Terrier por una sencilla razón: el peso máximo permitido es de 3,175 gramos y dentro de ese reducido margen en la raza no hay una correspondencia entre peso y alzada como para poder hacer ese tipo de divisiones.

Por ejemplo, podemos encontrar un ejemplar (A) con hueso fino y largo, con menor peso y mayor envergadura y alzada que otro ejemplar (B) con hueso más ancho y denso que presente menos alzada, pero que pese más. Siguiendo este ejemplo, si hiciéramos una clasificación de tallas en función del peso, de menor a mayor el más “pequeño” sería el A (que pesa menos, pero es de mayor altura, o sea resulta más “grande”) y el más “grande” sería el B (que aunque pesa más, a la vista resulta más “pequeño”). Por el contrario, si dividiéramos esos dos mismos ejemplares en función de la altura, se invierten los papeles y diríamos que el más “grande” es el A y el más “pequeño” es el B. En conclusión, un mismo ejemplar sería a la vez grande y pequeño según el parámetro utilizado para la división. Sería un error realizar divisiones de ese tipo (por peso o por altura) porque precisamente lo que se busca en la raza es el EQUILIBRIO ENTRE PESO Y TALLA, por lo que dichos parámetros no deben separarse sino ir estrechamente unidos.

El problema más serio que se deriva de intentar realizar divisiones de este tipo son las negativas consecuencias sobre los futuros compradores de cachorros de esta raza, que en su gran mayoría lógicamente no suelen tener una correcta información. A nivel popular existe una clasificación engañosa que llega a distinguir entre Yorkshire Terrier miniatura, estándar, superminiatura, minitoy, toy, supertoy, enano, gigante, teacup, etc. Con ello se intenta hacer una FALSA CLASIFICACION DE TIPOS de Yorkshire Terrier, que no existe en la realidad.

Algunos de esos términos hacen referencia a ejemplares extremos que no son tipos de Yorkshire Terrier sino excepciones que surgen en la cría, o en algunos casos a ejemplares fruto de una cría indiscriminada, masiva, poco responsable e incontrolada en la que por desgracia es habitual utilizar hembras de cría con un peso excesivo por encima del estándar (para ganar seguridad en la cría) y a las que en las últimas semanas de gestación se les reduce al mínimo la alimentación para que los cachorros nazcan “más pequeños” y se vendan mejor. Ese déficit en la alimentación no puede traer más que problemas y lo que es peor, cuando el nuevo propietario los descubre y “padece” ya es demasiado tarde. Un cachorro desnutrido al que se ha privado de un correcto desarrollo dentro y fuera del útero podrá ser de momento más pequeño, pero, si sale adelante, esos déficits pasarán su triste factura, sin olvidarnos de otro aspecto también muy grave: es un engaño para el futuro propietario del cachorro.
No se crían sólo miniaturas, o nada más estándar, o toys o gigantes. Con frecuencia vemos anuncios de ejemplares con un padre que pesa 900 gramos. ¿Qué se quiere decir con eso? ¿Que sus hijos van a ser como él? Eso no es cierto, porque en realidad ese padre puede ser el más pequeño de su camada, pero potencialmente puede reproducir ejemplares mucho mayores que él .¿Y qué decir de anuncios con madres de 900 gramos o un kilogramo? ¿Quién cruzaría una hembra con ese peso? Las condiciones físicas de un ejemplar de esas características lo hace claramente desaconsejable. A los inconvenientes del riesgo de una gestación y parto en esas condiciones, se une la dificultad para que ella pueda sacar adelante una camada en esas circunstancias, sin olvidarnos de la poca calidad y esperanza de vida que se puede esperar en una camada de este tipo.

A la hora de reproducir se deben elegir ejemplares sanos y típicos. Los ejemplares de poco peso suelen ser raquíticos, presentan muy diversos e incluso serios problemas de salud y no cumplen con las características deseables y exigibles en la raza. Es por eso que no se les puede considerar aptos para la reproducción, sobre todo porque no son un ejemplo a seguir. Cuando se cría una raza se trata de mejorar, o al menos mantener las características de ella, no de reproducir los problemas y defectos.

Cuando se cría de manera responsable, con ejemplares que cumplen el estándar de la raza y sin utilizar ejemplares extremos, surgirán ejemplares en el margen del peso ideal, otros podrán ser algo más grandes, o más pequeños y alguno podrá ser extremo (que sobrepase el peso máximo permitido en el estándar o que sea demasiado pequeño). El criador responsable no utilizará esos ejemplares para reproducción y los cederá para compañía, entendiendo que por supuesto pueden ejercer perfectamente este papel.

Por todo ello, insistimos en que no se puede dar carácter de clasificación a lo que no es más que una excepción dentro de la cría. A la hora de adquirir un cachorro de esta raza lo más recomendable es acudir y dejarse asesorar por un criador especializado en la raza, que entre otras cosas sabrá explicar las características de cada uno de sus cachorros para poder hacer una elección lo más correcta posible, según los gustos de cada uno y con una información veraz.

CLUB ESPAÑOL DEL YORKSHIRE TERRIER.